EMA 2013: duelo de divas

Ayer se celebró en Amsterdam la gala de los MTV Europe Music Awards, esos premios que reúnen a toda la familia para terminar abochornado al ver los pezones de Miley Cyrus con tu madre sentada a tu lado. De ese tipo de galas, nos esperamos cosas locas como a Lady Gaga apareciendo en un huevo o Miley Cyrus envuelta en latex. Pero lo de ayer fue más hardcore aún. Los EMA se convirtieron en el plató de Mujeres y Hombres y Viceversa con su consecuente after-party en La Posada.

Los organizadores de los premios tenían el guión muy preparadito, así que siguieron el manual de Emma García para ser una tronista ejemplar y les dieron a cada una su papel. Así, nos encontramos con las dos protagonistas de la noche, las reinas del pop, chicas sin nombre, pero con un montón de ilusión.

Katy Perry a su llegada, lució su Zac Posen y sus Charlotte Olympia con una pose de photocall en su bolo de Gandía. Iba vestida de la típica mosquita muerta en su baile de la Prom pero que se pone un vestido de raso ceñido para marcar curvas y demostrar que no lleva ropa interior. 

La gala la transformó completamente y, al final, vimos a una Katy que lleva a los pretendientes a citas en un jaccuzzi y los embadurna en chocolate. Anyway, lo hizo con un vestido de María Escoté (applause, applause, applause) y joyas vintage de Chanel. Bien de oro, que es lo que se tercía.

Miley Cyrus, incapaz de ir discreta, se convirtió en la tronista víbora que no puedes dejar de amar. En una declaración de intenciones constante, se plantó un vestido hecho con una camiseta de unos raperos que el domingo pasado vi que se vendía en el mercadillo de Usera y unas botas con estampado de ajedrez. Más tarde, cuando cantó "Wrecking Ball", se embutió en un body como de VHS de Jane Fonda haciendo aerobic. ¿Me gustó la actuación? No lo sé, yo estaba concentrado por si en su camel-toe aparecía la letra a modo de karaoke.

Al final nadie enseñó los pezones y pude respirar tranquilo al ver la gala con mi madre.