No os voy a hablar del selfie que petó Twitter ayer durante la gala de los Oscar(s). Tampoco os hablaré de lo maravillosa que es 12 años de esclavitud porque ni la he visto ni la quiero ver. Qué pereza. Lo que sí os voy a contar hoy es quién fue a la gala. Los tipos de invitadas que nos encontramos ayer en el Dolby Theatre.
:: La que sabía que no iba a ganar
Jennifer Lawrence sabía perfectamente que no iba a ganar el Oscar por segundo año consecutivo así que se puso su Dior y con él 20 años encima, por aquello de ir de actriz madura que ya tiene un Oscar encima de la televisión de su casa, al lado de la flamenca.
:: La que sabía que iba a ganar
Lupita Nyong'o, por el contrario, sabía perfectamente que el premio era suyo. Escogió un Prada que tenía mucho vuelo y lo pudo mover en la alfombra roja como Son de Sol en Eurovisión. Es una brujería.
:: La que no importa que gane o no
Meryl Streep va a los Oscar como cuando vuelves a tu colegio siendo universitario. Sonríes mucho, te diviertes y no vas a jugarte nada. Consigues que todo el mundo te pelotee y te diga lo bueno que has sido siempre. Pues ella llega con su Lanvin, su mano en la cintura y posa mientras en su cabeza dice "esta panda de mocosos jamás me superará." MUSA.
:: La que está embarazada y lo lleva como puede
Kerri Washington fue a los Oscar porque le tocaba. Ella estaba en casa con los pies en alto, llena de estrías y untada en Nivea y su manager la arrastró hasta el Dolby Theatre. Sólo eso podría explicar que su vestido de Jason Wu estuviese arrugado y que, pese a la lluvia, fuese el único vestido mojado de todas las invitadas. ¿O es que rompió aguas?
:: La embarazada digna
Olivia Wilde también fue con un +1 dentro de ella a pasearse por la alfombra roja. Ella muy discreta de Valentino estaba guapísima sin llevar escrito "PREÑADA" en la frente. Minipunto y punto para Olivia.
:: La del embarazo monstruoso
Elsa Pataky no estaba embarazada. Tenía dentro a dos suecos fabricándole hijos rubios dentro de ella. Si no, no me explico su barrigón aprisionado en un Elie Saab, del diámetro del London Eye. Probablemente buscaba parir ahí en medio, sería lo más cerca que va a estar nunca de participar en un show en la gala de los Oscar.
:: La pragmática
Anne Hathaway se cubrió este año el pecho con lentejuelas, para que cuando asomasen sus pezones guerreros nadie los descubriera entre tanto destello. Con este Gucci iba menos guapa que el año pasado pero mucho más práctico todo, donde va a parar.
:: La nostálgica
Penélope Cruz consiguió ayer que un Giambattista Valli no me gustase. A la hora de vestirse, siguió el consejo de toda madre española y se puso algo que parecía un chal. "Para tapar los hombros, que si no pareces una fresca" le dijo. Y convenció a Pe. Si es que ella viene de Alcobeeeeendas y no puede olvidar sus raíces.
Y esto es todo amigos. El año que viene más. Y mejor.
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