Cómo sobrevivir a un cóctel en 5 pasos

10.9.13

Acaba de llegar septiembre, el mes de la rentrée, la vuelta al cole, al trabajo, al (insti)tuto o al paro, el fashion month como lo llamaría cualquier editora de moda que se precie y con este mes la vida social vuelve a retomar la velocidad de crucero. Y como desde este mi blog me veo en la obligación de daros la mano para que paséis por este mal trago con más glorias que penas, os traigo aquí los 5 pasos para salir airoso de los cócteles a los que tengas que asistir.

1. Controla la entrada y la salida de los camareros

Por mucho que nos quieran engañar con eso de que "a las fiestas se va a conocer gente" o "el networking en los eventos es imprescindible", no hagáis caso. A los eventos se va a comer y a beber gratis, que eso es muy español y estamos en crisis. Por eso, cada vez que lleguéis a un cóctel debéis analizar rápidamente cual espía ruso el lugar por el que entran los camareros con las bandejas llenas. Hacedlo con disimulo, no pongáis la cara de interesante guiñando los ojos como hacemos todos en los desfiles.

2. El alcohol (a veces) es la solución

Si cualquier manual de organización de eventos recomienda contar con el doble de invitados para calcular las cantidades de bebidas por algo será. Una cerveza te hará ser más simpático, dos vinos te ayudarán a conocer a todo el mundo y tres gin-tonics te convencerán de que ha sido la fiesta de tu vida. Esto me lleva a la siguiente ecuación: cuanto más aburrido sea el evento, más llevadero será con más bebidas en el cuerpo.
Si la fiesta une a la gente, la resaca posterior la une mucho más.


3 (bis). Únete a la más borracha de la fiesta

Si te has tomado demasiado al pie de la letra el punto anterior porque asombrosamente te fías de esta lista y has decidido cumplirla a rajatabla igual tienes un problema. Bueno, dos. Probablemente estés haciendo twerking mientras en tu cabeza y sólo en tu cabeza suena We Can't Stop. Y como este post trata de ayudaros a que salgáis sanos y salvos de los eventos, mi sugerencia es acercarte a la más borracha de la fiesta. Su nivel etílico dejará en la sombra el tuyo y la gente dejará de hablar de tus espasmos para hablar de cómo se le despegan las pestañas postizas a tu nueva mejor amiga.

4. La comida es un bien escaso

En todos los eventos, las bandejas con comida aparecen y desaparecen como los kilos de Christina Aguilera. Nadie sabe cómo. Por eso no debes jugar con ella. Tienes que acapararla. Cuanto más mejor. Luego la puedes cambiar por cosas en una vuelta al trueque. La gente con hambre se vuelve primitiva, y si tú tienes la comida podrás dominarles. Primero a ellos, luego a Kraft Foods y luego al mundo. Piénsalo, igual después de leer esto, la próxima fiesta a la que vayas te cambiará la vida.

5. Irse en el momento adecuado está sobrevalorado

La gente que va de fina suele aconsejar irse pronto, despedirse a la francesa, y quedar bien con todo el mundo. Están equivocados. De toda la vida, hay que quedarse hasta el cierre y hacerse amigos hasta del equipo de limpieza. De otro modo, sería como ver Titanic y (**SPOILER**) no ver cómo se hunde al final de la película. No te bajes de la tabla antes de tiempo, Jack.

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